Hoy es el día de la liberación

Tahrir: Qué buen nombre para un gato... ¡o un hijo!

 

Ya no veo noticias: me parecen una terrible pérdida de tiempo. Además; si de todas maneras quiero largarme de aquí… ¿por qué debería preocuparme por Ecuador? Mis motivos se explicarán en un artículo llamado “Soy un maricón antipatriota”, no aquí, porque este post está dedicado a lo que pasa en Egipto.
Siempre quise presenciar la revolución islámica, la caída del muro, la disolución de la URSS, la revolución cubana y el fin del apartheid. Me fascinan estos levantamientos populares: ¡eso sí es democracia! Tengan la ideología que tengan o como deriven es un punto aparte: que la gente despierte de su aletargamiento y se involucre es lo apasionante.
Después de 30 años de dictocracia, las manifestaciones en la plaza Tahrir, me demuestran que esa pasión es algo intrínseco de cada persona. Y es una pasión: En política las revoluciones con pasiones, las elecciones flirteos y la democracia un matrimonio (Debería hacerme politólogo y patentar mis frases hechas de pseudo intelectual: profesión inútil compagina con frases inútiles)
Se me hace inconcebible que un país tenga el mismo presidente por 30 años ¿Será porque viví en país con 7 presidentes en 15 años? De cualquier manera, hoy es el día de la liberación en Egipto: los manifestantes le han puesto un ultimátum a Mubarak para que deje el poder el día de hoy. Quisiera que este sea el día en que terminen los 30 años de dictocracia en Egipto (o en mi cumple para tener una efeméride más). Sea como sea, espero que esto no derive en más muertes (¡Qué estupidez eso de morir por el país!) y que esa llama sea el principio de cosas buenas para Egipto.