Nuevo Artículo: Mi Valentizote bien machote
Imagen tomada de telemazonas.com
(Éste es mi primer artículo de mi trilogía "Mata tu Televisor")
Hay cosas que parece que cumplen todas las leyes de Murphy:
si algo es malo siempre puede ser peor. Ese es más o menos el caso de la TV
nacional: hacerlo mal es una constante. Quizá por pereza de pensar, nos hemos
dejado embutir una de las más grandes “genialidades” de los últimos tiempos:
“La pareja Feliz” ¡Y hay de todo! :
Insultos, amenazas, discriminación, clichés, abusos… y obviamente un mariquita…
sino, no sería una comedia ¿verdad?
La Mariquita en cuestión es Valentín: una loquita que dedica
su tiempo a acosar a sus compañeros y parecer lo más afeminado posible, a pesar
de estar casado. Podría incluir en este artículo a la trabajadora doméstica
impaga y acosada por su patrón; a la mujer obesa, ociosa, petulante y vulgar
que abusa de su empleada; o a cualquier otro personaje excesivo y de mal gusto
que dice más de la falta de criterio de Ecuador como sociedad, que de los
productores y su concepto de humor ¿Por qué dedicarle espacio sólo a Valentín y
no a los demás? Pues porque Valentín es un personaje basado en un cliché gay y
quiero denunciar la amenaza que representan estos estereotipos en una cultura
homofóbica y machista como la nuestra.
Valentín es un personaje secundario en la trama, por lo
general interviene para soltar frases de doble sentido a los hombres que lo
rodean. Le gusta usar elementos femeninos, no de mujeres, sino de niñas:
loncheras, muñecas, elementos de Hello Kitty, etc. Está casado, pero rehúye de
tener vida sexual con esposa, a quien solicita que le haga tratamientos de
belleza. A Valentín a veces “se le escapan” frases que aluden a un eventual
transexualismo: manifiesta gustos por la ropa femenina y deseos de operarse
para obtener un cuerpo de mujer. En este párrafo se puede resumir las
características de un personaje que es presentado como un arquetipo homosexual
¿Somos los homosexuales como sugieren Reinoso y compañía? ¿Merecemos ser
representados como sugieren actores, productores y guionistas?
Sabemos objetivamente que no, y que Valentín es sólo el
producto de una imaginación y falta de respeto aberrantes. Los responsables de
la serie no saben ni les interesa conocer las diferencias entre homosexualidad
y transexualidad; así, Valentín, es un personaje tan mal construido, que se
vuelve más irreal que Papá Noel. Lastimosamente
este error (o fruto de la mala voluntad) se está volviendo un personaje
tipo de la homosexualidad y nos afecta directamente a los homosexuales.
La visibilizarían de estos personajes descontextualizados,
desapegados a la realidad sólo genera homofobia y rechazo incluso de los mismos
homosexuales ¿Cómo asumirse homosexual, cómo construir una identidad cuando
tienes como referente a una loquita acosadora, con conflictos familiares e
incompatible con su entorno? El siglo XXI trae consigo el sinceramiento de la
sexualidad humana; por primera vez la homosexualidad se concibe como un hecho
natural aislado de construcciones socioculturales perjudiciales. Sin embargo
“Valentinzote bien machote” es un recuerdo que aún hay mucho que hacer.
Hacer mofa de los que son diferentes es fácil, efectivo y
lucrativo. Pedirles a los productores o al canal una reconsideración del
personaje sería absurdo ¿Si me da plata para qué cambiarlo?... no se van a dar
la molestia. Siendo sincero, la serie y sus actores me producen una mezcla de
asco y vergüenza ajena: asco por la falta de talento y vergüenza por la
aceptación que tiene este producto de mala calidad. No me gusta y no me flagelo
por ello, simplemente cambio de canal o apago la TV. A pesar del desagrado que
me produce no creo que se deba prohibir, aunque terriblemente mal, estas
personas hacen algo que les gusta y son libres de hacerlo. También las personas
que gustan de este entretenimiento pueden verlo; no se trata de restringir a
nadie de lo que le gusta o de “sugerirles” lo que deben ver. Ignorar estas
producciones es el remedio fácil; sin embargo, es este tipo de TV negativa la
que genera prejuicios. Piensa en esto: la percepción de los homosexuales se
está viendo afectada por un personaje ficticio.
Supongamos que Valentín existiese: en primer lugar,
difícilmente tendría algo con otro hombre, teniendo en cuenta su pluma y
personalidad; o estaría sencillamente muerto o desempleado en el momento de
insinuársele como lo hace al hombre equivocado. Valentín no existe, pero nosotros
sí, somos gente real y debemos mostrar eso: nuestra realidad. La realidad de
los seres humanos lejos del cliché. La homofobia y el desconocimiento deben ser
derrotados desde algo tan simple como mostrarnos y sonrerír :)
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