De hombres... y helados

¡El cuerpo de Diego con la cabeza de otro tipo!

Definitivamente esto de los blogs es algo de gente ociosa. No es mi intención insultar a nadie, pero me he dado cuenta que, además del internet, necesitas una cantidad considerable de tiempo libre para estar blogeando. En fin, estas semanas han estado llenas de tareas, trámites y demás cosas que apenas me han permitido tener algo de tiempo para mí.

Hoy precisamente, decidí salir a correr e ir al gimnasio (algo que no hago desde hace mucho tiempo) y para mi sorpresa encontré a Diego, una de mis obsesiones secretas ¡Hay Dieguín, Dieguín, estás más bueno que el cono doble de tamarindo y maracuyá! Mi debilidad por los simios anabolizados es un motivo de peso para ir al gimnasio. ¿Qué es mejor que ver a un hombre musculoso con poca ropa? ¡Ver dos! Cuando ya creía que nada podría superar a un Diego sudando y en esa camiseta apretada... ¡apareció su hermano y esta muy bueno también! Mientras me imaginaba un trío incestuoso con los musculosos hermanitos, me di cuenta que debía hacer un par de compras. Cuando me dirigía al súper una chica me abordó: una nueva heladería abrió en la ciudad...¡y estaban regalando helados! ¡Maravilla tras maravilla: helados y hombres: combinación irressitible!