Nuevo Artículo: Yo quiero tener un millón de amigos... con derecho


 ¡Yo me conformo con un par de amiguitos así!

He decidido no buscar novio/marido/pareja/compromiso/etc.; me centraré exclusivamente en los amigos con derecho. Los amigos con derecho encajan perfectamente en mi lógica de “¿para qué tener uno si puedo tener dos?” y son muy compatibles con mi alergia a las cursilerías. Y el punto más importante: veo mayores oportunidades de crecimiento personal (y de sexo) en una relación de muchos que en una relación de pocos.

Constantemente leo tantas cosas buenas sobre la amistad que he decidido darle el beneficio de la duda. Toda la literatura “pro-amistad” (o como yo le digo lo fríend-friendly) la sitúa tan alto que la he convertido en mi modelo estándar de relaciones interpersonales ¿No hemos oído acaso que “El mejor padre es el que se hace amigo de sus hijos”? ¿O que “el mejor matrimonio es el que ambas partes son amigos”?

La amistad tienen las tres cosas que busco: es un acto libre, no requiere excesivos cuidados y te brinda apoyo emocional. Puntualmente, lo único que no tiene la amistad es sexo. Este problema puntual, tiene una solución puntual: sexo con amigos.

¿Por qué no encamarse con los amigos? La amistad conlleva un profundo involucramiento emocional que no se ve en las relaciones. Lo interesante y mejor de tener una amigo es que siempre se puede tener más.. y los amigos de tus amigos son también tus amigos. Es decir que los amigos con derecho de tus amigos con derecho son también tus amigos con derecho ¿se imaginan esa poderosa red de amigos con derecho? ¿Toda esa comunidad de personas con las que puedes contar. Todo ese apoyo emocional, todas esas cosas por descubrir todo ese universo de amigos?

No encuentro nada malo en tener amigos con derecho. De hecho, lo recomiendo fervientemente. Por supuesto hay que hacer una aclaración: hablo de “amigos con derecho” no de “conocidos con derecho”. Los conocidos con derecho son básicamente gente con la que tiramos y apenas conocemos su nombre ¿Por qué confundimos eso con la amistad? Si en el plano no sexual está bastante clara la diferencia entre amigos y conocidos ¿por qué no podemos diferenciar entre los amigos con derecho y los conocidos con derecho? Obviamente todos tenemos definiciones diferentes de la amistas, pero en líneas generales sabemos bien en qué momento alguien deja de ser un conocido y es un amigo.

Quizá el problema de fondo es que hemos reducido nuestras relaciones interpersonales al Facebook y al concepto Disney-light de la vida. Si alguien no nos conoce a profundidad, desde nuestros más oscuros secretos, pasando por nuestros más absurdos pensamientos ¿podemos decir que son nuestros amigos? ¿Si alguien aparta la mirada al vernos desnudos de alma y cuerpo podemos decir que es nuestro amigo?

Conocidos con derecho, jefes con derecho, parientes con derecho… ¡enemigos con derecho! Todos hemos tenido al menos a una “persona con derecho”. Mucha gente considerará que esto es un artículo a favor de la promiscuidad. No lo es. Yo defiendo a la promiscuidad y al sexo por el sexo, pero este artículo no trata sobre ello. Yo quiero tener un millón de amigos con derecho, me refiero a verdaderos amigos ¿y el sexo? ¡Por supuesto! Veo mejor tener un camazo con un amigo que con alguien que no me conoce ni que conozco a profundidad.

Cuando quise tener amigos, encontré conocidos con derecho. Cuando quise encontrar un polvazo encontré conocidos con derecho. Cuando me resigné a los conocidos con derecho me aparecieron potenciales novios ¿Son los conocidos con derecho y los novios las  únicas alternativas en el mundo gay? Me gustaría pensar que no. Quizá esta burbuja en la que vivimos los gais sólo nos deja ver lo que hay en la discoteca. Casi no hay una vida gay: sólo farra gay y redes sociales. Creo que los novios y los amigos con derecho son la consecuencia de este ambiente limitado. Por lo pronto me daré una oportunidad: buscaré amigos. O en el mejor de los casos procuraré depurar y mejorar mi lista de gente “con derechos” ¿alguien se apunta? :P

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