Me fui de entierro, literalmente hablando

 
 Con estos sí vale la pena irse de entierro

En Ecuador, la expresión “me voy a un entierro” o “me voy de entierro” tiene dos interpretaciones. La aceptación clásica es asistir a un funeral/sepelio. La otra, en cambio es una forma nada elegante de decir “voy a tirar/fornicar/culear/follar” (personalmente me gusta más la expresión “culear”, sobre todo si se trata de sexo anal). Lo nada elegante de la frase proviene de la expresión “te voy a enterrar la verga en el culo”.
Debo confesar que uso mucho esa frase, es la respuesta perfecta cuando me preguntan por qué siempre visto de negro. Podría ser honesto y decir “tengo un fetiche con el color negro” o “Me hace ver menos gordo”… como siempre, la honestidad no es el camino más conveniente.
En fin, me fui de entierro, pero literalmente. Falleció una amiga de mi abuelita. Ella, obsesa con que su funeral sea un evento de masas, asiste a todos los que puede. El funeral en cuestión sí fue un evento masivo. Bastaba ver la cantidad de arreglos florales, para suponer que la demanda generó desabastecimiento en la ciudad (Quizá parezca exagerado pero yo conté 40 ramos ¡y no creo haber llegado ni a la mitad!). Pensándolo bien es apenas lógico que con 12 hijos (¡!) se llegue a semejante cantidad de descendientes (y es un punto a favor del desastre malthusiano).
En fin, en el entierro, descubrí a un ilustre compañero del gremio marica. Uno de los deudos para ser exacto. Lo más interesante de todo ello es que por fin apliqué la estrategia de las miraditas para detectar gais. Además de aplicar algo que me enseñaron, fue INMENSAMENTE satisfactorio saber que pese a estar despeinado, sin rasurar, con ropa de gym y lleno de migas de cachitos, tengo sex-appeal. Conversamos y fue agradable. No hubo ligue, fue más como la conversación que tendrías con un connacional en un país extraño. Al día siguiente fui más guapo de lo normal (tanto que pienso repetir el look en futuros encuentros) con resultados satisfactorios.
En fin, toda esta atmósfera fúnebre tuvo un toque filosófico; cortesía de la primera temporada de “Desperate Hosewives”. Me he puesto a pensar mucho sobre esta combinación de morir, ligar, ser guapo y ser marica: pueden parecer cosas tan diferentes, pero sólo son partes de vivir. Es como una trenza de muchas hebras que se cruzan entre sí ¿Es muy diferente la muerte de un marica? ¿Cómo es la muerte de la gente bonita? ¿Cómo es la muerte de la gente fea?
Siempre me he preguntado cómo será mi muerte, me intriga ¿moriré joven o viejo? ¿Será prematuro o moriré enfermo? Si mi muerte es prematura… ¿Cómo será el último día de mi vida? Y la más importante ¿moriré pleno y satisfecho con mi vida?

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