Noviembre que dicho fue este mes

Through the darkness and good times
I knew I'd make it through

Recuerdo a mi abuelo por la sigueinte frase: "¡Noviembre! Qué dichoso es este mes; comienza con todos los santos y termina en San Andrés." Solía decírmela siempre y me gustaba la deferencia con la que te tratan los viejitos (Que por cierto son los únicos que siguen el santoral católico).

Noviembre, este mes que hoy termina ha sido un condensado de la vida. Siento que todo un año de vida se ha condensado en treinta días. Hubo de todo: operaciones, nueva música, nuevos clásicos, el encuentro con los viejos amigos, viajes, nuevas metas, nuevas preocupaciones, nuevo collar, nuevos zapatos, se fue mi gato, lluvias, nuevos libros, un nuevo trabajo ¡y hasta sacada de muelas!

De repente mi planeta giró más rápido. Quizá se acercó al sol, quizá fueron las circunstancias, o algún catalizador misterioso; no lo sé. El punto es que así, sin darme cuenta soy otro y mis circunstancias son otras. Un día de noviembre me dí cuenta que ya era algo cercano a un "hombre de familia". Me correspondía el papel de proovedor, de tomador de decisiones una familia muy pequeña y poco convencional. Yo sé que en un momento todo puede cambiar, la vida, la familia, los amigos, el lugar dónde vives, etc. Procuro mantenerme mentalmente preparado para esos momentos de la vida que se vuelven puntos de quiebre. Siempre imagino qué haré si mueren mis seres queridos, si pierdo el trabajo, si sufro un accidente. Imagino escenarios y creo medidas de contingencia. Como Alfonso (el del cuento que aún no termino) espero la gran ola.

No hubo una ola. Fue una seducción dulce. Como el reemplazo de todas las piezas de una máquina por día y tener por resultado una máquina diferente. Han sido pequeños cambios con un efecto acumulativo; suave, pero no imperceptible. Y así, una vez más mi vida ha cambiado. Aún no sé que me espera mañana en el comienzo de una nueva rutina, en un nuevo lugar, bajo nuevas circunstanacias 

¿qué traerá el nuevo día? No lo sé, no pienso en ello. Pienso en esa sensación tan agradable de lo "nuevo". Esa expectación: el entrar a un nuevo lugar, el conocer a nuevas personas, las primeras impresiones, el pisar el territorio virgen que luego se hará cotidiano. La misma sensación del primer día de escuela, del primer día del colegio, del primer trabajo, del primer día de universidad, de la primera vez que se va a un lugar diferente. Ese gustillo de sentirse un explorador, esa sensación de descubrimiento, sientiéndose extraño en un lugar extraño y esa sensación de renovación parecida a la del primer día de enero.

Me gusta mi vida, no es perfecta, pero es mía. Y lo que más me gusta de mi vida es que siempre tiene la capacidad de sorprenderme :)