La visita de la ratota


Estaba yo muy feliz viendo TV cuando me sentí ganas de orinar. Cuando encendí la luz del baño vi una rata enorme saliendo del inodoro. Eché un grito (de paso me di cuenta que tengo un grito de machote muy bueno), tomé la escoba y, con el palo, picoteé a la infeliz rata hasta la muerte. Mientras la tasa de mi baño se llenaba e agua sanguinolienta y oía a la rata gritar (o como sea que se llame el sonido que hacen las ratas), no podía evitar seguir picoteando con el palo de la escoba. Cuando el inodoro estuvo lo suficientemente rojo me detuve, como todo estaba teñido de sangre, bajé la palanca ¡Craso error! la ratota quedó atrancada en el codo del inodoro. 
Como si no fuera suficiente molestia, me dí cuenta que, entre tanto palazo, había roto el inodoro. Tenía que sacar a la rata del inodoro, cuando la tomé del rabo la maldita gritó y se refundió más. Decidí buscar consejo y mi mamá me aconsejó que envenenara a la rata. Así que preparé un cóctel tóxico de cloro e insecticida y procedí a ahogar a la rata en tan funesta fórmula. 
El domingo por la mañana al momento de sacar el cadáver de la ratota, la halé tan fuerte que le arranqué la cola. la maldita no decidí irse sola al más allá y tenía la intención de llevarse al inodoro con ella. Carente de plata, me hacía ochos para ver cómo reunía el dinero para comprar el inodoro nuevo. Cuando me sorprendió la exagerada previsión de mi abuelita ¡tenía guardada una tasa nueva para cualquier emergencia!
La rata murió, pero su indeseable visita me costó 80 dólares que no tengo. Tuve que recurrir a banco Abuelita (¡su banco de confianza!) Malditas ratas ¡Mueran todas! (pero no en mi inodoro)

Para que se den una idea:


Comentarios

  1. jajajajjaja a mi me paso algo parecido, la rata era pequeña pero casi me da un infarto, pero a diferencia tuya arranque lejos y deje que mi papa la matara..

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