Resolución Apátrida No. 1: Nunca ondearé la bandera


Estuve viendo hace unos segundos este vídeo de Madonna. Mientras veía ese increíble espectáculo (y me amargaba porque no se dan aquí), me dí cuenta que la gente ondeaba las banderas de su país ¡Ascazo! En ese momento pensé: "Patético"; pero... ¡Espera un momento! No era la típica bandera tercermundista; eran banderas de Alemania y Canadá. Me sorprendió que la misma sensación de rechazo se mantuviera a pesar de que eran dos países dentro de mi top ten mundial. Siempre supuse que mi antipatriotismo se basaba en el rechazo que siento por Ecuador ¡pero al parecer es generalizado!
Bien por mí: me di cuenta que la tirria carece de componentes nacionales. Obviamente yo pienso ir a uno de sus conciertos (Dios mediante al de Medellín [¡qué religioso soy en esas cosas tan superfluas!]), pero no llevaría la bandera. Siempre supuse que en este punto era por pura vergüenza de ser ecuatoriano; pero es mero desprecio a los conceptos de patria y nación. ¿Cuál es el punto de cargar la bandera como trapo de mesa en un concierto o en un estadio? Si se es un patriota, no debería hacere porque es una falta de respeto a un símbolo patrio ("el alma del país", según leí en algún lugar). Me parece que tiene que ver con la idea de "Soy el representante de mi país en esta cosa tan absurda", o aún peor "Vengo a ver a Madonna porque sé que nunca vendrá a mí país y quiero que ella vea que vengo de taaan lejos...¡Ámame Madge!".  ¡Puaj!
Pensándolo bien, cagar la banderita como franela de cuidacarros puede tener una ventaja: ¡Sexo! Lo puedes enfocar como: "Soy un extranjero sexy y desinhibido... ¡Vamos a tirar!" No me sirve mucho en Colombia o perú, países eneamigos "del mío", pero si me voy a China puede serme muy útil ¡llevaré una banderita por si las moscas!

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