Controlando las ganas de tragar

Yo hago lo mismo...¡pero sin ratas!

Ser un buenote no sólo es una cuestión de mera vanidad o un parche para la baja autoestima. No, no, no. Ser un buenote es sobretodo un asunto de convicción. En mi caso, la convinción masoquista de llevar una vida orientada a estar buenote. Sólo espero que el sexo, la frivolidad y los excesos que me traerán estar buenote valgan todos estos sacrificios. Faltan 20 días para la orgía y estoy teniendo mis dudas: ¿estaré lo sufientemente bueno para irme a una orgía? ¿Estaré lo sufientemente bueno como para poner una foto mía? ¿debería intentar otros métodos? ¿habrá sex-parties el día de mi cumple?
Además de las dudas, me siento algo frustado: me he estancado y estoy dudando de mis progresos. A veces creo que no he avanzado nada y que esto sólo ha sido una pérdida de tiempo. Pese a todo ello, no abandonaré mi propósito ¿Cómo puedo dominar el mundo si primero no me domino a mí mismo?
Y si de masoquismo se trata, fruto de la desesperación se me han ocurrido dos nuevas ideas: la primera es bañarme todas las madrugadas con agua helada y la segunda y más importante es ya no comer por las noches. Desde hoy me prometo firmemente no comer nada pasadas las 7 de la noche, ni picar. Tengo que controlar mis ganas de comer. En lo que va del año ya me he comido una hamburguesa, 3 chocolates, 3 rebanadas de pizza, 2 vasos de cola, una bolsita de maní con ajonjolí, 10 galletas con mermelada y una funda de papas fritas ¡Y todavía no acaba el mes! A este paso sólo voy a estar más bueno que Porky.
En fin, soy un obeso obseso con la perfección y la belleza que me son tan esquivas. Es un reto... ¡y a mí me encantan los retos! 

Comentarios

Entradas populares