Barriendo por un sueño



La viejita de la foto parece salida de una historia de García Márquez: vino de la nada y sencillamente se puso a barrer la calle. Su cuerpecito decrépito en permanente posición de "L" es una constante en el barrio. Empezó justamente en mi puerta, barriendo la basura sólo con la cañita que usa como bastón y una mata espesa de mala hierba que había crecido en una de las jardineras. Su cuerpo cansado por los años es constante en su labor. Barre cada grada de la escalinata oriente con la rápida lentitud que sus años le permiten. El primer día que la vi, me enterneció tanto que le di un dólar, pan y algunas manzanas. Creí que era una limosnera y esa era su forma de pedir ayuda: barriendo a cambio de algo.
Desde el jueves pasado ha barrido, poco a poco, toda la inmensa escalinata ¿qué pensarán de ella las personas que suben y bajan por la escalinata a cada momento? Ya lleva varios días haciendo lo mismo y es un tema recurrente de conversación entre mi mamá mi abuelita y yo. Mi abuelita me dice que la conoce, aunque sólo de vista. Me contó que cuando era más joven era vendedora ambulante al igual que ella. A mi abuelita le entristece ver a la señora: su cuerpecito enjuto es un recordatorio que la muerte y la enfermedad están cerca.  Mi mamá (más presta a ayudar al prójimo que la mayoría de la gente que conozco) le ofreció comida y le hizo conversación. La señora le contó que barre la calle y limpia la maleza porque, en sueños,  un alma en pena se lo pide. A mí me parece que es una razón más que suficiente, teniendo en cuenta la dedicación a la causa. Yo la he ayudado un par de veces e incluso le hice una limonada. Siento que lo que hago por ella de alguna manera retribuye algo de lo que he recibido en estos últimos meses (aunque por supuesto no es proporcional). Tengo un interés genuino por ella (hasta mi mamá y yo la seguimos para ver si tenía casa), creo que se debe a que ayudarle me causa satisfacción. Quizá ya no venga más, muchas personas entran y salen de mi vida así como así. Pero su presencia me deja constancia de la calidad humana de mi mamá. A ella siempre le gusta ayudar a los demás e incluso invita gente pobre a comer. Tiene un tino especial para eso. No sé si soy más despistado o más egoísta, pero yo no reparo mucho en eso. Tengo que aprender eso de ella.

Comentarios

Entradas populares