Artículo: Esas locas patéticas que “nos representan”

Hay gente valiente, gente con miedo,
gente que el mundo no le importa un bledo,
gente parada, gente sentada,
gente soñando y gente DESPERTANDO.


Nadie Como tú - Calle 13

Dentro de la fauna gay existe una subespecie interesantísima: son las locas contestatarias. Estas locas, en vez de mariconear en las discos y regresar al clóset, deciden salir en TV. Desgraciadamente no salen en algún programa de chismes o brindando tips de moda y belleza ¡No! Las desgraciadas van a los noticieros en plan de valientes. Claro que hay que ser valientes para lucirse cual reinas siendo terribles bagres ¡Ay no! ¡Ya no hay temorsh de Diosssss! 
Pues bien, estas locas además de exhibir fealdad, pluma y lonjas por igual, aprovechan la más mínima oportunidad para hablar de unos dizque derechos que aseguran tener. Desgraciadamente -para la mayoría de gais bonitos- estas locas desconocen el derecho al silencio. Estas locas, ansiosas por retener al cachero/novio/amante/explotador, ahora postulan que hay que casarse. Y como si no fuera suficiente quieren cosas como el montepío y herencias… seguro que para matar al marido y no tener que trabajar.
Mejor no hablar sobre tales monstruos y hablar sobre mi nueva vida de gay “bonito”: estoy pensando darme una vueltita por Quito. Quiero irme a mariconear donde nadie me conozca, para no perder mi empleo. Aunque los ambateños son muy bonitos (y para mi suerte casi todos pasivos) no puedo mariconear tan abiertamente como quisiera. Ni modo, mi glamour de divo de pueblo chico irá a un  pueblo más grande.
Sólo espero no encontrarme con estas locas feas en la mariscal: me han dicho que hacen campañas, entregan panfletos y esas cosas en media calle. Seguramente sus mamás vendían tripa mishqui en el centro histórico y les quedó eso de hacer alboroto en la calle dentro de la memoria genética. Bueno, si por desgracia las veo, me hago el loco y punto. O  mejor me voy a Guayaquil… y visito la regenerada Avenida Sodoma. Afortunadamente los monos son más conscientes de la importancia de disimular.
En fin, no importa dónde vaya: lo importante es ser bonito y no llamar mucho la atención. Si uno se cuida y se queda en la sombrita puede tener una vida fácil. Ojo: lo más importante es no juntarse con esas locas escandalosas que andan por allí haciendo escándalo sin que nadie les pare bola. Ellas, ya están condenadas: todos las conocen y no van a conseguir trabajo ni nadie que las tome en cuenta porque todos ya las tienen ubicadas.
Pero no hay que tenerles tanta pena: ellas se lo buscaron. Sabiendo que en este país declararse maricón es un suicidio social, se atreven a reclamar por cosas que a nadie le interesa.  Además las muy creídas se sienten europeas o gringas, quieren las mismas cosas que tienen las locas de esos lugares. Se la dan de españolas y nos vienen a decir que los gais deben casarse como allá. O sea… si quieren dárselas de españolas que se vistan de sevillanas y bailen flamenco. Eso no se puede dar aquí, yo lo sé muy bien y lo acepto. Si quieren colaborar con las locas de aquí deberían hacer una reunión para que Dolce&Gabbana abra una tienda en Ecuador… ¡Eso sí es importante!
Y es que uno no para de disgustos con estas atrevidas: incluso son unas hediondas comunistas. Cual lagartonas oportunistas se suben a la camioneta del “compañerito” y le hacen vivas. Seguramente estas puercas tienen fantasías sexuales con Mao, Stalin y Castro. Afortunadamente las tenemos ubicadas: son Fredy Lobato, Óscar Ugarte, Efraín Soria, Christian Landetta, León Sierra, Gonzalo Abarca y sus esbirros. No debemos dejarlos escapar. Si nos los topamos digámosles: “Gracias por tener el valor que a mí me falta… y procurar algo mejor para todos”.

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