Artículo Reloaded: Ecuador, País de gente fea

He decidido postear uno de mis artículos más polémicos (y malentendidos) ¡Espero que lo disfrutes Febo!

Estamos a la cola de lo sexy. Somos un país de gente fea; al menos según internet. Caí en un foro en donde los e-maquitas se reunieron a dar su opinión sobre cuáles eran los habitantes más lindos y los más feos del coño cono sur. La lista la lideraban los argentinos y brasileños. Los rasgos europeos de los argentinos y la sensualidad tropical de los brasileños los pusieron en la delantera. En el último puesto empataron Perú y Bolivia. Ecuador estaba en la penúltima posición en cuestión de gente linda.

¿Será que además de la pobreza, corrupción y subdesarrollo también nos vemos lacerados por la fealdad? ¿O era una apreciación meramente racista? Lo políticamente correcto es decir que hay gente linda de todas las "razas" (y países) y que esa era una apreciación injusta. Este es el momento en el que yo, como “buen ecuatoriano”, debería defender a mi país. No sólo eso: debería rezar el rosario de maravillas ecuatorianas, y los logros futbolísticos de la selección y la Liga de Quito. El chauvisnismo marca Pílsener me obligaba a defender a mi país. Lastimosamente, soy nihilista. Si me resulta absurda esa idea de “Dios”, mucho más lo es eso de “Patria”. Ese mismo nihilismo me hizo pensar: ¿somos, además de maricas… racistas?

“Curiosamente” los países considerados más feos eran aquellos con mayor población indígena. La brutal conclusión del foro era esta: los indígenas son la parte fea del país; a más indios, más feo es el país. Amigo lector seguramente usted debe sentirse indignado por lo que acabo de escribir. Es insultante a todo nivel, pero es nuestra verdad y el primer paso para cambiarla es reconocerla. No podemos indignarnos con el racismo de afuera y aceptar en racismo puertas adentro. Repudiar el racismo de los extranjeros hacia los ecuatorianos y pasar por alto el racismo entre ecuatorianos es pura hipocresía.

Hablar de razas y clases es más un discurso de la época colonial que el siglo XXI. Me parece muy inefectivo el discurso de “Ecuador, país con gran diversidad”. Yo prefiero ocupar el discurso de “Sólo la gente atrasada es racista”. En teoría, pertenecer a una minoría rechazada debería hacerte entender a las otras minorías rechazadas. Si eres rechazado por ser maricón, entenderás el rechazo que sufren otros y no los rechazarás. Hasta aquí la película parece perfecta: entendemos nuestras diferencias, vivimos en armonía y crecemos como sociedad. En teoría, deberíamos haber superado esa estigmatización.

¿Somos racistas los GLBTI? Me temo que sí. Nuestro entorno es racista a lo largo y ancho del tejido social. Sería estúpido creer que uno no adquiere su dosis de racismo en un entorno racista. Nuestros cánones de belleza y comportamiento ante los demás evidencian nuestro racismo. Este racismo es tan medular que lo consideramos normal. No hemos dejado de ser racistas. El racismo sigue en nosotros sólo que lo hemos canalizado en determinadas cosas y actitudes. Compramos un perro “de raza pura” para mejorar “nuestra raza”. Un pastor alemán nos hace menos longos y más alemanes. En el campo GLBTI existe el racismo, pero obvia hasta cierto punto a los negros y se concentra en los indígenas

El falocentrismo gay exime al negro ante la suposición de una verga grande. El negro rompeculos es una fantasía gay. En esta fantasía tradicional es el “blanco” en que se somete al “negro” para que lo penetre. El racismo es sólo aplicable si hay un “negro pasivo” o el negro “no está dotado” pues el “blanco pasivo” no halla razón para someterse. El racismo gay sólo considera al negro como una “verga grande”, al indígena no lo considera objeto del deseo. El cliché cultural es el mismo: son sucios, brutos, feos y apestosos; sólo que suponemos que el negro tiene la verga grande.

La idea de este artículo no es lanzar las piedras contra los gustos de cada quien. Si te gustan los rubios está bien, pero estandarizar una etnicidad específica como canon de belleza es tonto. De la mezcla de tanto cholo y longo difícilmente saldrá alguien similar a John Pruitt o Claudia Shiffer. Fomentar este ideal bizarro de belleza sólo genera frustraciones. Considerar a Ecuador territorio de feos porque no somos Barbie y Ken agrava el karma nacional.

¿Qué hacer entonces? ¿Matar a los indios, negros, mestizos y pobres? Esa es tarea de Andrei y los demás neonazis que dejan mensajes de odio en esta página. Los legados de mierda que nos dejó España fueron la religión católica, el machismo, los toros y este estúpido racismo. Celebremos 200 años de “independencia” independizando el cerebro. Declaremos independencia cultural. Por mi parte, me curaré del racismo con el mejor método posible: sexo interracial.