Hombre Imposible: François Sagat

¡Ay François Sagat! Hombre de cuerpo y culo imposible, dios del porno, musa masturbatoria. La verdad no sé por dónde empezar a escribir esta entrada. Comúnmente los hombres imposibles son hombres bellísimos que no trascienden más allá de cara, cuerpo y verga. Hombres que son como espíritus o la representación de algún pintor obseso que intenta plasmar una imposible visión de belleza masculina. Son como pinturas en el mundo unidimensional del modelaje o el porno, un producto ficticio. Estos figurines, son como las caras que veo en cualquier revista: no parecen personas, sino objetos. Son como maniquíes. Su única función, el único propósito concebible ser empleados en un producto audiovisual.
Sin embargo, estos objetos, estas estatuas cobran vida cuando conoces un poco más de ellos. Por lo general para los enanos, gordos, feos y amargados como yo existe una cierta “recompensa moral” cuando te enteras que terminan  muertos por una sobredosis, se suicidan o tienen problemas con la ley. Esa expresión de pura envidia, justifica la fealdad. Justifica el hecho de no ser tan perfecto como ellos. Es algo curioso: porque te atraen, pero su belleza los hace, de cierta manera, insoportables y esta “superioridad intelectual” busca equilibrarse con su belleza y el hecho que están condenados a una vida miserable.
Todo este equilibrio egoísta se rompe cuando descubres que el chico-objeto resulta más interesante que tú. Es el caso de Sagat. No sólo es un actor porno: ha roto esa barrera y de es un referente cultural. Sagat ha modelado para reconocidos fotógrafos e incursionado en el cine (no pornográfico valga la aclaración).
Sagat era un chico flaquito, no muy alto y que gustaba mucho de la moda. Con el típico perfil “sissy-boy ”, se mudó a París a seguir sus sueños de “haute couture”. Quizá pudo ser el siguiente Yves Saint-Laurent, pero la moda le mostró su cara más fea. Hastiado del mundo que no le daba las oportunidades que él creía merecer, decidió dar un giro a su vida ¡Y vaya giro! El chico flaco y tímido se convirtió en una bomba sexual, un machote de esos que te fulmina con sólo mirarlo. Poseedor de un cuerpo de escándalo, decidió darle uso en el mejor lugar posible: el porno.
Lleno de músculos, con un pecho peludo y una buena verga no hubiese destacado mucho en el porno de no ser por ese particular tatuaje en el cuero cabelludo. François empezó a perder el cabello y para corregir la “asimetría” de su cabeza optó por tan original tatuaje. Por donde se le mire es un machazo, un dios; llegó al porno y el resto es historia… pero ésta no termina allí.
A François le divierte jugar con su imagen de súper macho, mostrar su lado femenino (del que hace apología) y dejarnos pasmados con el resultado. La imagen de machazo se deconstruye a su antojo. Su cuerpo musculoso y velludo coquetea con una imagen leather y se embute en corsés color rosa. Quizá esas fotos son la muestra de lo que es en realidad: un extraño híbrido entre machote y mariquita.
Ha actuado como protagonista en “Homme au Bain” (Hombre en el baño) un film independiente de temática gay e hizo un pinito en “Saw” (me imagino que para hacerla aún más para público adulto). La sangre le sienta bien y le gusta. Es fanático de las películas de terror y dirigido por Bruce LaBruce ha creado un híbrido de sexo y sangre del que sólo he visto el tráiler. Así es François Sagat, un híbrido transgresor y un hombre imposible.










Ahora el lado sagaz de Sagat:








Un par de vídeos:


Y del de L.A. Zombie:


Por último quiero agradecer a el/los amigos de Salaqueer la oportunidad ver su película y muchas otras más. La película la verdad es floja y Sagat es el único motivvo bueno para verla. Además hay una loca vieja y fea (quizá así sea yo en el futuro) que le dice sus verdades cuando Emmanuel (François) le va a ofrecer un polvo. En fin¡Salaqueer es una web que todos deben visitar! Pinchen AQUÍ, para el enlace a la entrada en este blog buenísimo ¡Lo recomiendo!


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