Joven por siempre

 Si hasta fuegos artificiales hubo... ¡en pleno día!

Tengo en mente un artículo dedicado a las “nuevas generaciones”: generaciones que me insultan con su juventud, belleza y altura ¡Sí! Los desgraciados ahora salen más guapos y altos: incrementando a niveles estratosféricos mi complejo de feo, enano y viejo. El artículo lo tengo pensado para cuando termine de reunir todas los complejos ideas que me llegaron mientras los estudiantes del colegio Bolívar hacían cola junto a mí en el bus.

Justamente, el sábado, cuando iba al gym para eliminar mis repugnantes lonjas, me topé con el desfile del Colegio Bolívar ¡y no se imaginan cómo me alegró e día! Resulta que el colegio (que es para Ambato lo que la realeza para los brutánicos británicos) esta de cumple No. 150… Obviamente, la fiesta rosada (pero multiplicada por diez) era todo un evento dentro de este microecosistema  llamado Ambato. En fin, el punto es que se organizó un desfile con todos los egresados del Bolívar… y tenían que ir con el uniforme del cole. Y así, setentones, sesentones, cincuentones, cuarentones, treintones y veinteañeros desfilaron sus panzas, embutidos en el uniforme del colegio ¡Qué cuadro! Ver a tanto chico hermoso en ruinas y potenciales ruinas me elevó el ego como no tienen idea ¿de qué te sire ser guapo si a la final terminas panzón, viejo y feo? ¡Ya gané esta partida! Sólo debo aguantarme la envidia, dejar que pase el tiempo y cumplir fanáticamente el mandamiento gay de mantenerme joven y bello (ojalá los tratamientos antiedad con células madre vengan pronto. Ciencia... al servicio de la vanidad ¡Eso si es progreso!)

 

Los estudiantes con el único venezolano más famoso que Hugo Chávez