Miércoles de Ceniza... literalmente

Uno se acostumbra a las cosas "malas".  El Tungurahua es una de esas cosas. Hoy, en Ambato, cayó, no, llovió ceniza desde la madrugada hasta las 4 de la tarde. Ver a todos los carros sucios al mismo tiempo termina siendo un espectáculo interesante. Ambato está gris y feo, no me gusta; la gente se pone melancólica, camina más a prisa y los que están en casa procuran no salir. Es bueno que haya llovido: el agua atrapa la ceniza y evita que la respires.

No sé si realmente si la erupción del Tungurahua sea algo malo: Yo lo veo como el impuesto por vivir aquí. Hay flores, frutas y hortalizas porque la ceniza es un abono y enriquece el suelo. Me gusta el verde de mi ciudad: sus flores, los parques los arupos florecidos, los guaytambos, los higos. No podemos creer que toda esa fertilidad que tenemos estará para siempre. Cuando veo una manzana o un durazno no deja de asombrarme que esa fruta tan rica; esa experiencia de color, sabor y olor es tierra transformada ¿No es maravilloso? Creo que mejor paro aquí... también me está entrando la melancolía. 

Una muestra: