Murió Carlos Mora



Carlos Mora murió la noche del domingo. Víctima de la negligencia médica y de la inoperancia de la justicia falleció el pasado Domingo (les sugiero a mis amigos non-ecuadorians, revisar este artículo sobre su historia). No es la conmiseración lo que me hace escribir esta entrada, sino más bien una un par de ideas que algunos considerarán un insulto a su memoria. Por supuesto, no es mi intención faltar el respeto a su condición, pero no puedo evitar reflexionar sobre lo que él significó para nuestra sociedad.
Si no leyeron el artículo, la historia de Carlos se resume así: Siendo un niño, junto con otras veinte personas, se contagió de SIDA en una clínica de Hemodiálisis y el "Doctor" responsable de la clínica quedó impune y vive en EE.UU. Carlos, siendo un niño de 8 años se convinrtió en la cara más visible dada su condición de "víctima inocente". Pues bien, pensando en todo esto creo que uno de sus karmas fue la lástima disfrazada de falsa solidaridad por parte de todos nosotros.
Quiero deconstruir al ícono; descubrir a Carlos, el hombre que dejamos atrapado en "Carlitos". Quizá al igual que Claudia (la niña de "Entrevista con el vampiro"), él se cuestionaba sobre el hombre que nunca llegó a ser. Podríamos ponernos filosóficos y decir que su valentía lo hacía un hombre, pero lo cierto es que psicobiolágicamente quedó incompleto. Biológicamanente debido a sus múltiples problemas de salud y psicológicamente porque le negamos el derecho a ser hombre cuando lo encasillamos en su papel de niño víctima.
Buscamos heroes o víctimas que nos despabilen del alegartamiento de una vida sin sentido. Usamos su dolor y le dimos tintes épicos de "niño valiente". ¿Tuvo miedo? ¿se sintió acaso infeliz y desgraciado? Honestamente creo que sí y no hay nada de malo en ello, pero quizá le obligamos a asumir el papel de héroe.
Muy probablemente Carlos Mora murió virgen. Nunca sintió el cuerpo caliente de otro ser humano, la sangre caliente, la emoción de sentirse deseado, todo eso que revitaliza nuestras vidas. No, el fue "el ejemplo", el catalizador que transformaba nuestra lástima en "ganas de autosuperarse" ¿Cómo veíamos a Carlos? Me temo como un monigote para descargar nuestra lástima morbosa. Alguien al que cuya penosa situación nos hacía "valorar las cosas", que no es otra cosas que observar el infortunio de los demás para sentirnos mejor con nosotros mismos. Nuinca observamos a un ser humano integral, sólo a lo que queríamos ver.
Carlos quiso ser asmbleísta, el voto de la mayoría se lo negó, quizá considerando que no era lo mejor para "su condición" ¿Cuál era? ¿Dar lástima? Apelando a la "justicia divina"pretendemos cerrar este triste capítulo. Al fin llegó el descanso para él y si él existe de alguna manera después de muerto, seguro será algo fruto del coraje con el que enfrentó las cosas y no el ser disminuido por el que sentimos compasión.

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